Manifestar es poderoso, pero no suficiente.
¿Por qué la manifestación no funciona para todos por igual? ¿Qué tengo que hacer para acceder al poder de la manifestación? Descubramos juntos las respuestas.
Durante 2020 tuve la oportunidad de formar parte de un estudio sobre Mindfulness y Neuro-agilidad, para medir los avances de la aplicación de estas técnicas nos realizaron un diagnóstico inicial y en mis resultados pude descubrir que, en mi diseño neuro-lógico, el que traigo por default, el uso de mi hemisferio izquierdo era una tendencia evidente.
Esto me hizo entender por qué desde pequeña prefería las actividades lógicas, fui una niña curiosa a la que le costaba dar por sentado las cosas sólo porque alguien más me lo decía.
Otro resultado curioso de este estudio tenía que ver con las diferentes formas de inteligencia que afortunadamente hoy sabemos que no se miden sólo con el desempeño escolar, en estos resultados uno de los dos más destacables fue mi inteligencia espiritual. Me sorprendió porque no soy una persona que practique activamente ninguna religión, de hecho, espero que no me dejen de leer por contarles que tampoco soy creyente del zodiaco, sin embargo, como la mayoría de los seres humanos, siento una llamarada de fé por dentro que guía de mis decisiones y moldea mi realidad.
Desde mi espíritu de niña curiosa, que a veces creo que sigo siendo, me embarqué en la búsqueda de respuestas sobre el poder de la manifestación. Tenía vagos recuerdos sobre una película que había visto en la escuela de nombre El Secreto, esta película estuvo basada en el libro homónimo de Rhonda Byrne donde expone una filosofía a la que llama “El Secreto” que sugiere que nuestros pensamientos y emociones tienen el poder de atraer experiencias y realidades a nuestras vidas.
Hoy la manifestación es una práctica “de moda” de la que se habla mucho en redes sociales, pero que no funciona para todos por igual. En esta ocasión quiero compartirte algunas crudas verdades que he descubierto detrás de la manifestación desde el testimonio de alguien que pasó de ser escéptica a convertirlo en una de las herramientas más poderosas de su vida.
¿De dónde viene el poder de la manifestación?
Si piensas que manifestar se trata de un truco de magia, déjame compartirte algunos de los datos respaldados por la ciencia que nos pueden ayudar a entender mejor de qué se trata la manifestación:
Neuroplasticidad. Un hecho científico es que el cerebro posee neuroplasticidad, esta característica permite la adaptación de la especie; nacemos con un diseño neurológico que en parte es heredado y en parte moldeado mientras crecemos, sin embargo, podemos ser flexibles y explorar las partes “menos utilizadas” de nuestro cerebro para modificar patrones de pensamiento y creencias. Este era uno de los objetivos del estudio de Mindfulness y Neuro-agilidad del que te conté previamente, aplicando algunos consejos y ejercicios mi estudio de salida arrojó un mayor uso, por ejemplo, de mi hemisferio derecho.
La conexión Mente – Cuerpo. ¿Has escuchado hablar sobre el efecto placebo? Este sucede cuando nuestro cerebro percibe expectativas positivas (o negativas) y genera efectos fisiológicos reales como la liberación de endorfinas o la reducción del estrés. Esto podría explicar por qué diversas investigaciones sugieren que repetir afirmaciones sobre uno mismo impacta potencialmente en la motivación y, en consecuencia, en la consecución de objetivos.
La física cuántica: En el libro “Deja de ser tú”, Joe Dispenza nos habla sobre los principios de física cuántica que sugieren que no estamos sujetos a una realidad fija, por eso, al cambiar nuestro estado de conciencia podemos acceder a un campo de posibilidades infinitas para cambiar nuestra propia realidad. A veces este cambio puede venir de un catalizador como la pérdida de un ser querido o el rompimiento de una relación, en otras ocasiones, el cambio comienza con una decisión.
La ciencia respalda que existe una energía dentro de cada uno de nosotros funciona como catalizador del cambio hacia la realidad que queremos vivir, entonces, ¿por qué es tan complicado que esto suceda y por qué no nos sucede a todos por igual? Porque créeme que lo entiendo. Pasé mucho tiempo frustrada por la idea de que por más de que repitiera afirmaciones, lo que “manifestaba” no estaba ni cerca de ser mi realidad.
¿Por qué manifestar no es suficiente?
Manifestar es una solución simple que, en la mayoría de los casos, falla. Yo pasé años escribiendo frases en presente para “manifestar” mi realidad y me sentía una impostora, repetía afirmaciones sin convicción con miedo a que alguien descubriera que me estaba engañando.
Desafortunadamente la realidad es más de lo que podemos trabajar internamente; la sobrecarga de trabajo del estilo de vida actual, los problemas económicos, la falta de seguridad, de garantías de acceso a una vivienda digna y, en general, las necesidades no cubiertas, programan a nuestra mente para entrar en “modo supervivencia”.
Incluso para aquellas personas que nacieron con el privilegio de tener sus necesidades fisiológicas y de seguridad cubiertas, manifestar no es suficiente.
En libro ¿Cómo hacer que te pasen cosas buenas? de Marian Rojas Estapé nos explica que el mundo de inmediatez de la actualidad nos genera una respuesta fisiológica de estrés, y como resultado picos de cortisol (o a lo que hasta este momento le habíamos llamado “modo supervivencia”) por eso, educar la voz interna, meditar, ir a terapia y hacer ejercicio son herramientas que nos ayudan a desactivar esta respuesta para poder ser más receptivos a las oportunidades.
Desde mi experiencia, manifestar es el arte de visualizarte haciendo lo que quieres y prepararte para hacerlo. En este mismo libro la autora define la suerte como el punto de encuentro entre la preparación y la oportunidad, así que, si eres capaz de verte como la persona que quieres ser, te puedes preparar mejor para serlo y percibir mejor las oportunidades que te la vida. Comienza por responderte ¿cómo piensa, cómo actúa y qué tipo de decisiones toma la persona que vive lo que quieres vivir?
Si todavía no tienes una respuesta clara, es probable que antes necesites salir del modo supervivencia. No es que no tengas la misma motivación que tu influencer favorita que todos los días hace ejercicio a la misma hora, es que su estilo de vida y red de seguridad es diferente a la tuya, deja de culparte por no conseguir un trabajo que te pagara lo suficiente para vivir estilo de vida que quieres y más, no es que no lo estés manifestando bien, es que la vida es difícil y llena de estrés; nos rodean guerras, desigualdades, problemas económicos y poco acceso a la salud mental.
No olvides que las realidades de todos son diferentes y que, si tú puedes siquiera pensar en tus metas, es porque tienes alguno o varios privilegios que te permiten hacerlo. Eso te da la oportunidad de formar parte de una solución colectiva que se encargue de los problemas de fondo que impiden que la manifestación sea una herramienta al alcance de todos.